El blanqueamiento dental es uno de los tratamientos más utilizados en estética dental, gracias a su eficacia y a sus resultados inmediatos.

• Estética. ¡Sonríe sin miedo! Un blanqueamiento dental aporta confianza y seguridad en uno mismo: podrás mostrar tu alegría y felicidad sin temer cómo se ven tus dientes.
• Eficacia. Aunque los distintos tipos de blanqueamiento dental ofrezcan resultados variables en cada paciente, después del tratamiento siempre tendrás los dientes más blancos. Su eficacia está contrastada y los resultados muy rápidos.
• Seguridad. Los blanqueamientos se consideran el tratamiento de estética dental más seguro que existe, a la luz de multitud de estudios y ensayos clínicos.
• Indoloro. Los blanqueamientos dentales no duelen. Algunos pacientes pueden sentir una ligera sensibilidad en los dientes después de un tratamiento, pero va desapareciendo con el tiempo.
• Persistencia. El aspecto de una sonrisa después de un blanqueamiento dental prácticamente no se altera con el tiempo, y su durabilidad es mayor con una buena higiene bucodental.

Las causas más habituales para la decoloración de los dientes son la edad y el envejecimiento, sobre todo cuando ha habido un consumo continuado de alimentos y bebidas como el café, el té, refrescos, vino tinto… además del tabaco. Unos dientes oscuros pueden ser un problema de autoestima para muchas personas, que incluso se tapan la boca al reírse. ¿Quieres recuperar tu mejor sonrisa y ganar en autoestima y confianza?

Hay varios tipos de blanqueamiento dental, pero todos se basan en el mismo principio: los blanqueamientos dentales usan productos que oxigenan el diente desde dentro, ya que se filtran a través del esmalte y llegan hasta la dentina, el tejido interno que da el color a los dientes. El blanqueamiento dental es un tratamiento muy rápido: en pocas sesiones notarás cómo mejora la apariencia de tus dientes y recuperas la belleza natural de tu sonrisa.